La alfabetización mediática lleva años dentro del currículo escolar. Muchos niños tienen acceso a la red, cada vez con menor edad. Están expuestos a la información pero les falta la capacidad de cribarla. Saber diferenciar los bulos de las noticias, conocer cuáles son los medios fiables para recibir información es clave para construir una sociedad formada. Este mes en Deep Talks, uno de los podcast de BBVA, charlamos con Eva Herrero, profesora en el Departamento de Comunicación de la Universidad Carlos III de Madrid y Vicerrectora adjunta de Comunicación y Cultura de la misma universidad. Herrero dirige un proyecto, financiado por la beca Leonardo de la Fundación BBVA que estudia cómo trabajan en España los profesores de Educación Secundaria Obligatoria respecto a los medios de comunicación: qué les enseñan, cuál es la metodología utilizada y, también, cuál es la percepción que tienen sobre el uso que los estudiantes hacen de los medios de comunicación y las redes sociales. Según estudios internacionales, el 64% de los jóvenes entre 18 y 24 años a escala global consideran los medios digitales, incluyendo las redes sociales, su principal fuente de información, por eso son importantes estos proyectos que ayudan a formar un pensamiento crítico en los jóvenes lo antes posible porque para un joven “lo que ve en su móvil y lo que le cuentan sus amigos es lo más relevante”, remarca Herrero. Para los jóvenes, “hay cierto desinterés” por lo que cuentan los medios, prefieren otros referentes como los youtubers e influencers, “no usan los medios de comunicación tradicionales o de referencia como periódicos, radios o la televisión”. Por su edad tienen sus necesidades y están interesados en el ocio, “es una generación muy visual, usan narrativas propias de los adolescentes (vídeos cortos, fotos, narrativas diferentes) pasan tanto tiempo en las plataformas y todo lo que les llega lo hace desde esos canales”. “No hay cultura mediática y no les enseñan a consumir los medios” en los institutos, recalca la investigadora. Al ser un conocimiento transversal “se deja mucho a la voluntad y motivación de los profesores”. Y por ahí se pierde esa alfabetización mediática. "Hay alfabetización digital, pero no mediática". Herramientas, aplicaciones, plataformas educativas.... Los profesores están a la altura, pero demandan más formación en el contenido mediático. "Vamos a formarnos en lo que hay detrás y lo que queremos transmitir a los estudiantes, cómo leer, cómo interpretar los medios, la educomunicación: enseñar a consumir medios de comunicación" cuenta Herrero como una de las demandas principales del profesorado en su investigación. Para la UNESCO es clave defender ese derecho. Saber distinguir lo que es una noticia de una opinión, detectar la información falsa en las redes sociales y ser capaces de filtrar la información recibida es clave para que la sociedad funcione.
La alfabetización mediática lleva años dentro del currículo escolar. Muchos niños tienen acceso a la red, cada vez con menor edad. Están expuestos a la información pero les falta la capacidad de cribarla. Saber diferenciar los bulos de las noticias, conocer cuáles son los medios fiables para recibir información es clave para construir una sociedad formada. Este mes en Deep Talks, uno de los podcast de BBVA, charlamos con Eva Herrero, profesora en el Departamento de Comunicación de la Universidad Carlos III de Madrid y Vicerrectora adjunta de Comunicación y Cultura de la misma universidad. Herrero dirige un proyecto, financiado por la beca Leonardo de la Fundación BBVA que estudia cómo trabajan en España los profesores de Educación Secundaria Obligatoria respecto a los medios de comunicación: qué les enseñan, cuál es la metodología utilizada y, también, cuál es la percepción que tienen sobre el uso que los estudiantes hacen de los medios de comunicación y las redes sociales. Según estudios internacionales, el 64% de los jóvenes entre 18 y 24 años a escala global consideran los medios digitales, incluyendo las redes sociales, su principal fuente de información, por eso son importantes estos proyectos que ayudan a formar un pensamiento crítico en los jóvenes lo antes posible porque para un joven “lo que ve en su móvil y lo que le cuentan sus amigos es lo más relevante”, remarca Herrero. Para los jóvenes, “hay cierto desinterés” por lo que cuentan los medios, prefieren otros referentes como los youtubers e influencers, “no usan los medios de comunicación tradicionales o de referencia como periódicos, radios o la televisión”. Por su edad tienen sus necesidades y están interesados en el ocio, “es una generación muy visual, usan narrativas propias de los adolescentes (vídeos cortos, fotos, narrativas diferentes) pasan tanto tiempo en las plataformas y todo lo que les llega lo hace desde esos canales”. “No hay cultura mediática y no les enseñan a consumir los medios” en los institutos, recalca la investigadora. Al ser un conocimiento transversal “se deja mucho a la voluntad y motivación de los profesores”. Y por ahí se pierde esa alfabetización mediática. "Hay alfabetización digital, pero no mediática". Herramientas, aplicaciones, plataformas educativas.... Los profesores están a la altura, pero demandan más formación en el contenido mediático. "Vamos a formarnos en lo que hay detrás y lo que queremos transmitir a los estudiantes, cómo leer, cómo interpretar los medios, la educomunicación: enseñar a consumir medios de comunicación" cuenta Herrero como una de las demandas principales del profesorado en su investigación. Para la UNESCO es clave defender ese derecho. Saber distinguir lo que es una noticia de una opinión, detectar la información falsa en las redes sociales y ser capaces de filtrar la información recibida es clave para que la sociedad funcione.
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