Vivimos en una Arcadia feliz donde todo el día nos damos la razón a nosotros mismos. Nada nos perturba. La tecnología, la inteligencia artificial tendría que ayudarnos a romper esos silos que nos encierran: los sesgos. Para Ricardo Baeza-Yates “las máquinas pueden ser mejores criticando, ser la conciencia artificial de cada uno de nosotros, y la educación también nos ayudará”. Este mes, en Deep Talks, uno de los programas de podcast de BBVA, hablamos con Ricardo Baeza-Yates, experto en inteligencia artificial. Es premio Nacional de Informática 2018, director de programas en la Northeastern University, catedrático de la Universitat Pompeu Fabra y jefe de tecnología de NTENT, compañía de tecnología semántica. Lleva muchos años trabajando y analizando cómo influyen los sesgos tanto en las personas, como en las máquinas. A la pregunta de si la tecnología necesita una pátina de ética, contesta con un “sí muy grande”. El 1% de personas más activas en Twitter producen el 86% de los tuits. La gente usa la tecnología pero no la entiende. Va tan rápido que la ética “va siempre por detrás”. En este mundo de 'fake news' no estaría mal "tener al lado una máquina que nos puede avisar de nuestros sesgos”. “Ayudarnos a calibrar la información que recibimos”, explica. Tiene un mensaje optimista respecto a la tecnología. De hecho avisa contra todos aquellos que rechazan la tecnología porque “parece que quieren volver al pasado, a la censura, a la manipulación”.
Vivimos en una Arcadia feliz donde todo el día nos damos la razón a nosotros mismos. Nada nos perturba. La tecnología, la inteligencia artificial tendría que ayudarnos a romper esos silos que nos encierran: los sesgos. Para Ricardo Baeza-Yates “las máquinas pueden ser mejores criticando, ser la conciencia artificial de cada uno de nosotros, y la educación también nos ayudará”. Este mes, en Deep Talks, uno de los programas de podcast de BBVA, hablamos con Ricardo Baeza-Yates, experto en inteligencia artificial. Es premio Nacional de Informática 2018, director de programas en la Northeastern University, catedrático de la Universitat Pompeu Fabra y jefe de tecnología de NTENT, compañía de tecnología semántica. Lleva muchos años trabajando y analizando cómo influyen los sesgos tanto en las personas, como en las máquinas. A la pregunta de si la tecnología necesita una pátina de ética, contesta con un “sí muy grande”. El 1% de personas más activas en Twitter producen el 86% de los tuits. La gente usa la tecnología pero no la entiende. Va tan rápido que la ética “va siempre por detrás”. En este mundo de 'fake news' no estaría mal "tener al lado una máquina que nos puede avisar de nuestros sesgos”. “Ayudarnos a calibrar la información que recibimos”, explica. Tiene un mensaje optimista respecto a la tecnología. De hecho avisa contra todos aquellos que rechazan la tecnología porque “parece que quieren volver al pasado, a la censura, a la manipulación”.
Nyd den ubegrænsede adgang til tusindvis af spændende e- og lydbøger - helt gratis
Dansk
Danmark