Charles River Editors

Desde hace más de un siglo, la radio ha sido parte de la vida de las personas. Nadie que esté vivo hoy recuerda algún tiempo en el que no haya estado siempre ahí, como una fuente familiar y confiable de información y entretenimiento. Hoy en día parece algo mundana, sobrepasada por el Internet y la televisión satelital. Incluso en la década de 1980, el surgimiento y desarrollo de la televisión por cable (cincuenta canales en lugar de cinco) y el comienzo de MTV hicieron que la radio pareciera pintoresca o, como muchos afirmaran alguna vez, que “La radio está muerta”.

No lo estaba, por supuesto. La radio es todavía muy popular, con tantas estaciones como siempre y sigue siendo una parte del mundo que se toma por sentada. Si bien aún no muere, su familiaridad la ha hecho parecer algo mundana, pero la gente no debería pensar de esa manera. De hecho, las ondas radiales siempre han sido un lugar de misterio, un campo de batalla de ideologías en competencia, y una fuente de voces anónimas. La radio se ha usado para apoyar esfuerzos de guerra, derrocar gobiernos, comunicarse en secreto, e incluso para intentar comunicarse con los muertos.

Extraña radio: Una colección de transmisiones de espionaje, estaciones no identificadas y otros misterios de las ondas radiales incluye extrañas historias que harán que este familiar medio parezca un poco menos familiar, y mucho más interesante.